En los trabajos de investigación social el planteamiento de la hipótesis condicional  (AàC), se efectúa usualmente sin tomar en cuenta el tipo de relación o mecanismo conectivo que existe entre la variable independiente o antecedente “A” y la variable dependiente o consecuente “C”. En esos trabajos se considera que es suficiente o bastante que exista la relación/conexión entre A y C.  Pero, este proceder es un error que puede ocasionar perjuicios en la formación de la hipótesis y después en los trabajos para tratar de demostrar que esa relación es efectiva y fuerte, tal como exige la generación idónea del conocimiento científico.

Ese error ocurre debido a que el investigador corrientemente idealiza una relación hipotética como conteniendo siempre un mecanismo “causal”, es decir, una situación vinculante en donde ocurre una causa A y que aquello provoca la ocurrencia de un efecto C.  Seguramente esto es bastante cierto en el campo de las ciencias naturales, en tanto que en el campo de las ciencias sociales se puede observar que existen muchas relaciones que no son necesariamente causales, sino que esa conexión se produce también ya sea de manera lógica, implicatoria, por decisión, o por una norma legal, entre otros. Por tanto, si el investigador conforma una hipótesis con una conexión decisoria no debería tratar de ser probada esta relación en una manera causal ni implicatoria, o viceversa.

Por consiguiente, en lo que sigue se analizarán algunos mecanismos relacionadores entre A y C, en los que se traspasa la verdad de la ocurrencia de A hacia la verdad de la ocurrencia de C, contenidos en los diferentes aspectos que tiene la realidad social, ya sea en el ámbito productivo, comercial, organizativo, jurídico, etc.

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